Eran los años ochenta. Los años de los blockbusters, de Lady Di, de la Guerra Fría o del Mundial de Naranjito. Justo fue antes del Mundial del '82 cuando en Camp Barça, se vivió uno de los sucesos más surrealistas del fútbol español.
Era el invierno de 1982, el FC Barcelona se encontraba disputando el título de liga contra la Real Sociedad de Arconada. La estrella del equipo azulgrana, Bernd Schuester, había caído lesionado en un partido en San Mamés, y Udo Lattek (el entrenador en aquel momento), pidió un refuerzo para sustituir al atacante alemán.
En aquel momento es cuando aparece en escena Cléo Hickham. Cléo era un centrocampista brasileño que jugaba en el Porto Alegre, y por el que el FC Barcelona embolsó 15 millones de pesetas, 90 mil euros actuales. Al llegar a España, se le empezó a comparar con Schuester, ya que ambos llevaban esa icónica melena rubia tan propia de esos años, y porque Cléo venía a sustituir al alemán. Pero pronto se descubrió que lo único en lo que se parecían, era en el peinado.
La estancia de Cléo en Barcelona fue corta pero intenso. En lo deportivo, solo disputó un amistoso y a los dos meses volvió a Brasil, pero en lo extradeportivo, nos regaló una historia que parecía sacada de una comedia americana.
Joan Gaspart, quien en aquel momento era el vicepresidente del club, recibió una llamada del dueño de la revista sensacionalista española, Interviú. La raíz de esta reunión era sobre la supuesta homosexualidad de Cléo. El fútbol que siempre ha sido un deporte en el que la libertad sexual de los deportistas ha estado siempre muy censurado, fue considerado para Gaspart como un grave problema. El dueño de Interviú le comentó que tenía unas fotos y unas declaraciones en donde se encendían los rumores de la homosexualidad del jugador: "El homesexualismo no es anormal entre los jugadores, aunque nunca se practica en las concentraciones." Fue en ese momento cuando a Gaspart se le ocurrió una surrealista idea para desmentir estos rumores, y esa idea fue casar a Cléo.
El propio Gaspart cuenta esta anécdota en el documental "Los Otros: Fichajes Bomba" de Movistar. El ex presidente del Barcelona dice que al acabar la reunión con el periodista de Interviú, fue a hablar con Cléo sobre esas fotos. La conversación acabó con el jugador mencionando a una prima lejana suya y con Gaspart preparando un vuelo para que la mujer volará a Barcelona, aparte de, por supuesto, planificar la boda de Cléo.
La boda del futbolista con su prima fue una ceremonia religiosa en donde los únicos asistentes fueron los novios, Gaspart (que además fue el padrino), Carlos Tusquets (uno de los directivos del momento del club) y el presidente Núñez con su esposa. Ni familiares, ni amigos, ni nadie. Al acabar la ceremonia, el FC Barcelona empezó a distribuir las fotos de las bodas a los diferentes medios, y los rumores sobre Cléo se fueron desvaneciendo.
Pero aunque esta crisis extradeportiva había sido resuelta, en lo deportivo, Cléo fue un absoluto desastre. Estuvo dos meses en Barcelona, jugó solo un amistoso y volvió a Brasil con una buena cantidad de dinero en su bolsillo, y además casado, sin tener que haber pagado absolutamente nada. Pero ese mismo 1982, cuando el Barcelona había fichado a un argentino llamado Diego Armando Maradona, el club azulgrana jugó contra el Porto Alegre de Cléo en el Trofeo Gamper, y en donde el mediocentro brasileño hizo un increíble partido que eclipsó el debut de Maradona en Barcelona.
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